PP y Vox repiten su estrategia preelectoral para hacer frente al Gobierno de Pedro Sánchez: el líder popular, Alberto Núñez Feijóo, busca —como el pasado julio— ir por libre y distanciarse lo más posible de Vox, mientras que Santiago Abascal pide —como entonces— aunar fuerzas contra el bloque de izquierda. No obstante, en el PP consideran a Vox su principal escollo, por lo que se emplearán en liderar solos la oposición. Por esta razón, han vuelto a desoír a Abascal, que el sábado pasado pidió una "respuesta conjunta" contra Sánchez. A juicio de Vox, una fuerza unitaria le habría dado el pasado julio una victoria al bloque de derechas.
"Vamos a reunirnos con todos los partidos que quieran reunirse con nosotros; vamos a tener interlocución con todos", respondía este lunes el vicesecretario de Cultura y Sociedad Abierta a la reunión que le había solicitado Abascal a Feijóo para "coordinar la respuesta institucional" frente al "golpe" de Sánchez. Ni confirman que vaya a haber una reunión ni la desmienten. Simplemente toman distancias con la formación con la que cogobiernan en cinco comunidades autónomas y en decenas de ayuntamientos.
Desde Vox insisten en la necesidad de construir junto al PP una "resistencia unida y unánime" frente a Sánchez y a la amnistía. El reclamo lleva semanas sobre la mesa, pero no fue hasta este sábado cuando Abascal pidió públicamente a Feijóo una reunión para "coordinar" dicha respuesta conjunta. El secretario general de Vox, Ignacio Garriga, repitió este lunes la petición a los populares, asegurando que su formación va a promover "puntos de encuentro entre los equipos jurídicos" tanto a nivel nacional como autonómico. "Tenemos el deber y la responsabilidad de poner a la patria por encima de intereses partidistas”, apuntó el diputado catalán.
Con la salvaguarda del interés general como pretexto, la tercera fuerza política ansía unir fuerzas con los populares en dos ejes: por un lado, en las comunidades autónomas, donde gobiernan en coalición con el PP en cinco regiones, y, por otro lado, en el Senado, donde los de Feijóo cuentan con mayoría absoluta y los de Abascal les piden que "corrijan" sus "errores" del pasado, impidiendo la tramitación de la ley de amnistía o votando a favor de la ilegalización de ERC y Junts, por ejemplo.
Desde las filas populares marcan distancia con las pretensiones de Vox. "Nosotros somos un partido que cuando nos manifestamos no nos encaramos con la Policía Nacional, no cortamos carreteras, que respeta a los Cuerpos y Fuerzas y que alienta a la gente a que se manifieste con respeto". Con estas palabras, Borja Sémper marcaba la primera diferencia con quienes llevan 18 días protestando frente a la sede del PSOE, en las que han participado dirigentes de Vox. En su caso, los de Feijóo mantienen su estrategia de aunar el descontento general contra el Gobierno de Sánchez y sobre todo contra la amnistía, ya provenga de votantes de derechas o de izquierdas. En definitiva, busca proseguir con la estrategia que siguió en las elecciones generales con la que se quedó a las puertas de la mayoría absoluta.
Así, la estrategia del PP es la de "seguir liderando la respuesta institucional ante este mal gobierno divisivo" y de un modo diferente al que propone Vox. Por ejemplo, Feijóo usará su mayoría absoluta en el Senado para ralentizar las leyes como la de la amnistía promoviendo cambios en el reglamento como hizo la semana pasada y no, por lo contrario, paralizando la tramitación de la ley como le pide Vox. Donde sí coinciden PP y Vox es en recurrir a Europa, donde ambas formaciones depositan su confianza para que frene la amnistía, y en usar el Senado para tratar de frenar la ley así como las calles, a las que ninguno renuncia a seguir activando aunque por separado, tal y como se vio el pasado sábado en Cibeles, donde ambos líderes evitaron la foto conjunta.
Junto al Senado y las calles, la otra baza compartida por PP y Vox son las comunidades autónomas. Feijóo ha movilizado a sus barones para forzar la convocatoria de una Conferencia de Presidentes en la que debatir los pactos de Sánchez. Mientras tanto, en las últimas semanas Vox ha urgido a los populares a organizar desde los Gobiernos autonómicos de coalición "movilizaciones institucionales" para protestar contra la amnistía. Pese a que la petición ha sido desoída por los populares, los de Abascal siguen confiando en que la colaboración institucional dé frutos, por ejemplo, para presentar recursos de inconstitucionalidad contra el 'borrado' del 1-O.
Con todo, los populares insisten en que "la coordinación política" que hará "es con los españoles", a quienes explicarán que hay recorrido contra la amnistía vía institucional o en la calle, pero siempre "en la senda de la razón y de la institucional y oposición eficaz. "Nosotros nos debemos a los ciudadanos no a otras formaciones políticas", enfatizó Sémper.
Coinciden en felicitar a Milei
Al tiempo en que el PP se desmarcaba de la derecha más radical en España, Alberto Núñez Feijóo celebraba los resultados electorales en Argentina, donde el economista y ultraliberal Javier Milei se impuso este domingo al peronismo. "Felicidades al pueblo argentino por una jornada electoral donde democráticamente han elegido cambio. Mis mejores deseos para un país tan vinculado a España y que acoge a miles de nuestros ciudadanos", publicó el líder popular en sus redes sociales. También su vicesecretario le deseó suerte al nuevo presidente de Argentina, "un país harto del hambre, de la pobreza y del peronismo".
En Vox coinciden en aplaudir la victoria de Milei, al que elogian por haber "dado un zarpazo" a la "extrema izquierda". "Felicidades, querido Milei, por tu gran victoria en las elecciones presidenciales argentinas. Se abre un camino de futuro y esperanza para los argentinos y toda Iberoamérica que celebramos en España con especial alegría. ¡Viva España, viva Argentina, vivan libres de socialismo y soberanas!", escribió en redes sociales Abascal.
No obstante, más allá de la felicitación, la tercera fuerza política invita a hacer una reflexión en clave nacional sobre los resultados electorales de Argentina. Garriga aplaudió este lunes que la derecha tradicional pidiera el voto para Milei tras ser derrotada en primera vuelta. "Rectificaron de manera sabia y generosa", valoró este lunes, apuntando a que se primó "el interés de la patria por encima de los intereses particulares". Haciendo una referencia velada al PP, el secretario general de Vox lamentó que durante la campaña electoral previa al 23-J su partido fuera "demonizado y estigmatizado" en lugar de anteponer "el interés general y el bien común", una petición que desde Vox mantienen viva.
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